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BASES E INSCRIPCIONESdel 15 Festival La Fila de Cortometrajes

Festifil


15 Festival La Fila de Cortometrajes

BASES E INSCRIPCIONES EN ESTE ENLACE:
http://www.megaupload.com/?d=DS154579

hasta el día 25 de marzo de 2011,


miércoles, 22 de diciembre de 2010

PROGRAMA 17 de diciembre de 2010


"Uncle Boonme recuerda sus vidas pasadas" es la película que recibió la Palma de Oro en Cannes. Firmada por el tailandés Apichatpong Weerasethakul y producida por el español Luis Miñarro, la cinta aborda cómo un hombre que sufre insuficiencia renal decide morir entre los suyos en el campo. Durante su retiro se le aparecerán los fantasmas de su mujer y de su hijo, con quienes atravesará la jungla hasta llegar a una cueva en la cima de una colina, que es el lugar de nacimiento de su primera vida. El argumento de la cinta, aunque complejo para el espectador, destaca por su originalidad. Por otra parte, aúna también lo que supone el sentimiento de culpa para el ser humano con el tratamiento de los problemas sociopolíticos de la sociedad tailandesa.
 Antes que nada, que quede claro que “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” es una de las (si no la más) extrañas películas que jamás he visto. La reacción que encuentro en los usuarios de internet es una que nunca había visto. La película ha recibido prácticamente la misma cantidad de 1s que de 10s. Y es que “Uncle Boonmee…” del impronunciable director tailandés Apichatpong Weerasethakul es, ante todo, una película difícil.
La ganadora este año de la Palme d’Or, el premio mayor en el festival de cine de Cannes, uno de los más prestigiosos del mundo, es, como la define Weerasethakul (a quienes los medios han bautizado, por economía de lenguaje, como “Joe”), una muestra de “open cinema”, cine abierto a todo tipo de interpretaciones, con ideas difusas y con una marea de símbolos y sucesos de la que el espectador puede sacar los elementos que considere relevantes para construir sus propios significados acerca del largometraje.
Yo vi en “Uncle Boonmee…” tres temas íntimamente ligados: la pérdida de la sacralidad que rodea las tradiciones tailandesas, una transformación en la relación con la naturaleza tan característica de quienes creen en la transmigración del alma y una desvalorización de lo propio en una sociedad que se está occidentalizando cada día más.
"Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas".
Sí, son seis. El título de la película no engaña. El tío Boonmee, a punto de morir -pero no de dejar este mundo- recuerda sus vidas pasadas. En virtud de la transmigración de las almas, la suya se ha corporeizado en distintas criaturas y ha vivido distintas épocas. De la misma manera, el alma de sus seres queridos también ha viajado por distintos planos hasta ir a parar a un mono (su hijo) y un espíritu (su mujer).
Esta especie de fragmentación otorga al relato su carácter episódico con el que la idea es transmitir la existencia no sólo de distintas vidas consecutivas, sino de distintas realidades paralelas en nuestra vida presente. De nuevo, la aparición del fantasma, o ese desdoblamiento de los personajes en determinado punto de la película juegan a este juego.
Es una película extraña, no sabría cómo calificarla exactamente. Eso sí, tengo claro que no se encuentra entre mis favoritas.


Jonás Trueba debuta en la dirección de largometrajes con una agridulce comedia romántica.
Todas las canciones hablan de mí" es una comedia romántica, pero sin "chico conoce a chica". La premisa sería más bien "chico trata de olvidar a chica", algo bastante más difícil de sobrellevar, sobre todo cuando la chica de la que te acabas de separar es la protagonista de cada uno de tus recuerdos y empiezas a pensar que todas las canciones hablan de ti.
Comedia agridulce, pretendido retrato generacional, romance estrábico lastrado por el peso de la rutina, la propuesta del realizador novel apunta en una dirección considerablemente más interesante en su arranque que en su desarrollo, extenso y progresivamente tendente al abandono de temáticas tan sugerentes como fácilmente reconocibles. Desde su mismo título, que hace referencia a cómo nuestros estados de ánimo más universales ─esas felicidades y tristezas derivadas del amor hacia nuestras parejas y allegados─ se adaptan a los referentes culturales más inmediatos, pasando por el estancamiento emocional provocado por el automatismo de la convivencia ─Ramiro y Andrea no tienen problemas evidentes, simplemente ceden, en sentido literal─, o el tantas veces inevitable hecho de vivir el presente a base de recuerdos pasados, la película arriesga considerablemente en tono y apuesta formal, sin tener muy claras las consecuencias de sus presupuestos estilísticos
Hablemos de los personajes:
Ramiro
Como eje de la narración ─a caballo entre la primera persona y la voz en off en tercera─ tenemos a Oriol Vila que interpreta a un personaje voluntariamente ambiguo, volátil, difícil de encajar .
Lo que sucede en la película es que a Oriol le pesa mucho Ramiro Lastra. Le pesa el nombre y le pesan algunos jerséis que le pusimos, los jerséis que Ramiro se dejó en un cajón de la casa de sus padres y que recupera tras su ruptura con Andrea, pero también le pesa la bolsa de cuero que lleva siempre colgada del hombro. Le pesan los libros que traslada y manipula cada día en la librería donde trabaja, pero también le pesan las cosas que no hizo y las cosas que no dijo.

Andrea
Andrea es por supuesto Bárbara Lennie pero también es un personaje en off y al mismo tiempo la verdadera protagonista, pues toda la película no es más que un intento de diálogo con ella. De profesión arquitecta,  gusta verla explicando la belleza de un edificio en el que no habíamos reparado antes. También nos gusta verla en contraste con Ramiro, siendo ella mucho más entusiasta, pero también más contradictoria y cambiante, en movimiento. Quizá por eso le escribía cartas a Ramiro, para tratar de desanudar los nudos que se le hacían por dentro.

La presentación ultranaturalista de los acontecimientos aporta entereza visual, aunque se desencaja ante una banda sonora un poco apolillada Trueba logra lo que persigue, que no es otra cosa que reflejar un momento en el que todos nos hemos encontrado en algún momento de nuestras vidas.
 En definitiva, “Todas las canciones hablan de mí”, resuelve sin trabas lo que pretende contar una historia cotidiana en términos cotidianos a espectadores sin otra pretensión que la de entretenerse en una sala de cine. Un estupendo debut como director de Jonás Trueba, que esperemos sea el prólogo de futuras alegrías.


Blake Edwards, el director de 'Desayuno con diamantes', ha fallecido esta pasada noche a los 88 años Blake Edwards, conocido por ser el creador de la saga de 'La pantera rosa' y el director de 'Desayuno con diamantes', 'Días de vino y rosas', '10, la mujer perfecta',o la inolvidable “El guateque “ protagonizada por Peter Sellers
Rodeado por su mujer Julie Andrews y sus familiares, Blake moría en un hospital de Brentwood (Los Angeles) a consecuencia de las complicaciones de una neumonía. 
Era conocido como el maestro de la comedia por títulos como 'El guateque', 'La carrera del siglo' o 'Desayuno con diamantes' que encumbró a Audrey Hepburn, aunque conoció el éxito con la saga 'La pantera rosa' que inició en 1963 y continuó con otras tres secuelas.
Su trabajo fue reconocido en 2004 cuando recibió el Oscar honorífico por su trayectoria y en 1982 cuando estuvo nominado a los Oscar por 'Victor o Victoria' en 1982.
Edwards moría con 88 años y tenía cuatros hijos, dos de ellos con su actual esposa, la actriz Julie Andrews´.
Sirva como homenaje de De viernes a viernes  a este gran director el tema que Henri Mancini compuso para  La pantera rosa. ¡Hasta siempre maestro!

En nuestra BSO por cifras, y con el numero 5 hemos elegido 55 dias en Pekin de Nicholas Ray.
Nicholas Ray está considerado el director que hace de puente entre el clasicismo y la modernidad en el cine, además de servir de unión entre la manera de entender el cine de los norteamericanos y la de los europeos. Sus mejores películas son En un lugar solitario (1949), Johnny Guitar (1953) y Rebelde sin causa(1955). 55 días en Pekín pudo ser su obra maestra, pero un conflictivo rodaje obligó al productor, Samuel Bronston, a apartarle de la película. Aun así, el resultado es impactante, con escenas espectaculares. Una historia épica narrada con sobriedad, que es uno de los títulos clásicos de Hollywood.
Producida por Samuel Bronston. Protagonizada por Charlton Heston, Ava Gardner, David Niven , Flora Robson, John Ireland, Leo Genn , Harry Andrews, Robert Helppman y Juzo Itami en los papeles principales.
Ambientada durante el Levantamiento de los bóxers, en Pekín, a finales del siglo XIX, la película narra el sitio al que se vieron sometidas, por los bóxers, las embajadas de las potencias extranjeras en 1900.
Junio de 1900. China se halla bajo la ocupación de las potencias occidentales, que se reparten su territorio en zonas de influencia. Los misioneros cristianos predican su religión y destruyen las estatuas de Buda. Esto provoca una revolución nacionalista, la de los Boxers, que quiere la expulsión de todos los extranjeros de China.
Una compañía de Marines de los Estados Unidos, al mando del mayor Matt Lewis (Charlton Heston), llega a Pekín con la misión de evacuar la embajada estadounidense pero el embajador británico, Sir Arthur Robinson (David Niven), decide quedarse y eso hace que todos los demás embajadores se queden también, al saber que una columna de socorro de 2 000 soldados se halla en camino.
El 20 de junio es asesinado el embajador alemán y el mayor Lewis, puesto al mando de las fuerzas militares extranjeras, organiza la defensa del barrio de las legaciones extranjeras con los 500 hombres de que dispone. Cuando el ataque se produce, 6 000 boxer se lanzan al asalto y sólo la disciplina, la profesionalidad y la superioridad armamentística logran rechazar el ataque, comenzando así un cruento asedio.
La emperatriz viuda (Flora Robson) nombra a un nacionalista, el príncipe Tuan (Robert Helpmann), ministro de Asuntos exteriores y decide apoyar la rebelión, ordenando al ejército regular chino, que ataque a la columna de socorro, frenando con esto el avance del almirante británico Seymour.
Mientras, los asediados rechazan un ataque tras otro, ofreciendo una dura resistencia, pero se ven obligados a replegarse cada vez más, presionados por la superioridad numérica de los asaltantes, y porque a las milicias bóxers se les ha unido ahora el ejército regular chino.
Entretanto, el comandante Lewis inicia una relación con la baronesa rusa Natalia Ivanoff (Ava Gardner), una bella mujer viuda de un oficial ruso, repudiada por la sociedad y acosada por su cuñado el barón Sergei Ivanoff (Kurt Kasznar), que ha decidido quedarse para ayudar al doctor Steinfeldt (Paul Lukas) como ayudante.
La situación se torna insostenible, faltan medicinas y alimentos para los heridos. La baronesa Natalia consigue una tregua y sale a conseguir medicinas, pero es atacada a traición y herida de un balazo en un brazo. El mayor Lewis intenta una salida para contactar con la columna de socorro, pero no lo consigue y regresa también herido. La situación se vuelve desesperada. La baronesa Natalia se niega a que le amputen el brazo para evitar la gangrena y muere.
Los defensores se preparan para ofrecer una última resistencia, pero la columna del almirante Seymour logra abrirse paso a través del ejército chino y el 14 de agosto alcanza el barrio de las delegaciones extranjeras, rescatándolas tras 55 días de duro asedio y obligando a la emperatriz a rendirse y plegarse a las exigencias de las potencias extranjeras.
El mayor Lewis abandona Pekín con los soldados que le quedan, y se lleva a la hija del sargento Harry (John Ireland), muerto en la lucha. La llamada Alianza de las 8 naciones terminó por aplastar la rebelión.


Dimitri Tiomkin fue un compositor ruso nacionalizadoestadounidense.
Nació en Ucrania   el 10 de mayo de 1894 bajo el dominio de la antigua Rusia zarista, pero se trasladó desde muy niño a San Petersburgo, donde estudió, entre otros, armonía y contrapunto, con Alexander Glazunov, y fue considerado uno de los grandes niños prodigios. Tras la Revolución Rusa se traslada a Berlin, donde sigue su carrera meteórica. Años más tarde se traslada a Nueva York y finalmente tras el crack del 29 a Hollywood.
Si su nombre no resultara conocido, su música y canciones son más conocidas, principalmente en High noon, la canción de Sólo ante el peligro o O.K. Corral de Duelo de titanes.
Durante los años de la Segunda guerra mundial colaboró poniendo música, a una infinidad de documentales bélicos sobre el conflicto.
En uno de los Óscar que consiguió, en el pequeño discurso que sigue a la recogida del premio tuvo unas palabras de agradecimiento a todos sus colaboradores: Mozart, Bach,...
Fue nominado en 15 ocasiones al Óscar, ganándolo 3 veces por Sólo ante el peligro (1952) Escrito en el Cielo (1954) y El viejo y el mar (1958).
Algunos de estos films son verdaderos clásicos e imprescindibles de la historia del cine como:
·         1937 - Horizontes perdidos (nominado al Óscar)
·         1939 - Caballero sin espada (nominado al Óscar)
·         1940 - Juan Nadie
·         1942 - Justicia corsa (nominado al Óscar)
·         1943 - Soberbia (nominado al Óscar)
·         1944 - El puente de San Luis (nominado al Óscar)
·         1946 - ¡Qué bello es vivir!
·         1947 - Duelo al sol
·         1948 - Río Rojo
·         1949 - El ídolo de barro (nominado al Óscar)
·         1951 - Extraños en un tren
·         1952 - Sólo ante el peligro (Óscar a la mejor Música de film dramático)
·         1952 - Yo confieso
·         1952 - Cara de ángel
·         1953 - Alto el fuego (Cease fire)
·         1954 - The high and the mighty (Óscar a la mejor Música de film dramático)
·         1954 - Crimen perfecto
·         1955 - Tierra de faraones
·         1956 - Gigante (nominado al Óscar)
·         1957 - Duelo de titanes
·         1958 - El viejo y el mar (Óscar a la mejor Música de film dramático)
·         1958 - El último tren de Gun-Hill
·         1959 - Río Bravo
·         1959 - Los que no perdonan
·         1960 - Tres vidas errantes
·         1960 - El Álamo (nominado al Óscar)
·         1960 - Sodoma y Gomorra
·         1961 - Los cañones de Navarone (nominado al Óscar)
·         1961 - El último atardecer (Sólo tema musical con Ned Washington)
·         1963 - 55 días en Pekín (nominado al Óscar)
·         1964 - 36 horas
·         1964 - La caída del imperio romano (nominado al Óscar)
·         1964 - El fabuloso mundo del circo
·         1967 - Asalto al carro blindado
·         1968 - Catalina la Grande
·         1970 - Tchaikowsky (sólo adaptación musical) (nominado al Óscar)
Dimitri Tiomkin murió en Londres, el, 11 de noviembre de 1979

PROGRAMA 10 de diciembre de 2010


Como esta semana ha habido puente, hemos podido ver un poquito más de cine.
En concreto dos películas: “Planes para Mañana” y “18 comidas”.
"Planes para mañana" transcurre en un único día, apenas 24 horas en las que Inés, Antonia, Marian y Mónica, mujeres con edades y circunstancias muy diferentes, se encuentran en la misma encrucijada: tomar aquí y ahora una decisión que les permitirá cambiar de rumbo: ¿Decidirá Inés seguir adelante con su embarazo en contra de todo y todos? ¿Entenderá Marian que la relación con su marido está acabada y actuará en consecuencia? ¿Qué hará Antonia cuando el verdadero amor de su vida le pida una segunda oportunidad, ahora que es una mujer felizmente casada y con hijos? ¿Qué ocurrirá con la impotencia y el deseo de venganza de Mónica cuando su familia se desmorone?
Esta es la historia de tres mujeres el día en que sus vidas van a cambiar radicalmente. En sus manos tienen la opción de empezar de nuevo. En su corazón, el vértigo de romper con todo aquello que han ido construyendo durante años.

“Planes para mañana” es una obra emocionalmente sincera y eminentemente femenina, narrada con una concisión dramática que pasa por su cámara en mano y su montaje, con excelentes actrices. Prometedor debut de Juana Macías, que decepciona una vez abandonas la sala. Película, eminentemente de guión, no resuelve como se espera.
Parece, más bien, un corto “alargado”. Sobran metros para lo que cuenta.
“Planes para mañana”, ópera prima de la directora Juana Macías, se inscribe de inmediato en los campos semánticos de ese cine que son las historias de historias, esa disposición narrativa mosaica —más que subgénero narrativo— que tantas variantes ha dado, todas deudoras en algún grado de Robert Altman.
Una de las triunfadoras en el pasado Festival de Málaga —Mejor Dirección, Mejor Actriz de Reparto para Aurora Garrido y Mejor Guión Novel—, esta pequeña sorpresa supera la sensación de déjà vu gracias a una concisión dramática que pasa por su cámara en mano y el montaje, aliados con la austeridad de la puesta en escena.
Los dramas en un mismo día de las cuatro mujeres que son cuerpo del filme se ofrecen con aspereza y texturas crudas, tanto en habitaciones de hospital como en vestíbulos o residencias de la tercera edad: todos son testigos y escenarios de la feminidad compleja que profesa Macías, la de la maternidad replanteada, la de la incomprensión, la del derecho a elegir la felicidad o la que se rebela contra el maltrato.
Pese a las evidentes buenas intenciones, son algunos de los momentos de reivindicación igualitarista —todas protagonizadas por maridos o parejas egoístas, iracundos o acosadores— los que más desfavorecen la general sutilidad y la delicadeza con las que está llevado a cabo el conjunto, virtudes demostradas en la escena en que una madre se desnuda emocionalmente ante su hijo o en aquella otra en que una hija aguanta estoica los reproches de su madre. Le falta garra. Es demasiado “correcta”.
Sin llegar a ser insulsa, sí podía haber dado mucho más de sí, sobre todo, si tenemos en cuenta, la carga emocional de las cuatro historias y el pedazo de actrices que componen el reparto de “Planes para Mañana”.
Aderezada en su principio y final con retratos de fotoblog y melodías de indie edulcorado de Anni B. Sweet, esta podría ser la promesa de una alternativa a la Coixet más ensimismada, una obra emocionalmente sincera y eminentemente femenina.
Y, aunque aún lejos del cine que llega a intuirse aquí, Macías casi  alcanza la excelencia en la dirección de sus actrices: Carme Elías, Goya Toledo, Ana Labordeta y Aurora Garrido son cuatro rostros del mismo drama contenido, de sinónimas dudas interiores que golpean el equilibrio, la identidad de esas cuatro mujeres en el abismo, que podían haber dado mucho más, pero que, aún así son, junto con el guión la principal baza de la película.
¿Cuántas historias pueden ocurrir durante una comida, en una cena, en un almuerzo...? 24 personajes... 6 historias...
….18 comidas
18 comidas es una película que viaja a través de dieciocho comidas –entre desayunos, comidas y cenas- que nos hacen partícipes de algunos de esos momentos que pueden cambiar u“18 Comidas” es el segundo film del lucense Jorge Coira, que debutó con “El año de la garrapata”. En este nuevo trabajo Coira nos trae un film mucho más interesante. Ha obtenido galardones en varios festivales (Mejor dirección en Taormina y premio especial del jurado y del público en el festival internacional de cine de Ourense).
Para este segundo trabajo, rodado íntegramente en Galicia ha intentado dar una mayor profundidad a la trama que aunque goce de mas historias paralelas y muchos más personajes, intente llegar al corazón del público.
Rodada en Santiago de Compostela, “18 Comidas”, es una película coral (de historias cruzadas) que reflexiona sobre la amistad, el amor, la soledad, el paso del tiempo y la vida en general, utilizando el rito culinario como formato argumental. Como en la mayoría de films de este estilo hay unas historias más conseguidas que otras, lógicamente, pero el músculo central es fuerte y entre el drama y la comedia recorre un día entero. La ciudad se convierte en un personaje más.
“18 Comidas” es una película de actores y en este aspecto todos lucen a gran nivel, en pantalla aparecen la flor y nata de los actores y actrices gallegos, ahí están el gran Luis Tosar , María Vázquez, Pedro Alonso, Ricardo de Barreiro, Nancy Valcárcel, Camila Bosa y Xosé Manuel Oliveira, y además también están la catalana Cristina Brondo, Esperanza Pedreño (la Cañizares de Cámera Café), Victor Clavijo y Sergio Peris Mencheta.
 Todo el reparto destila verdad, la narración fluye con ellos.
Del drama a los momentos más cómicos, este largometraje intentará dejar una huella especial, a la que sobre todo aportan un empuje especial los actores.
Un músico callejero se reencuentra el amor de su vida; dos borrachos desayunan cubatas con marisco; un hombre cocina, cocina y cocina para la mujer que nunca llega; dos hombres se quieren, pero se esconden;  una cocinera sueña con ser cantante; una joven quiere lo que un hombre no da, mientras un camarero se muere por ella; un macedonio está perdido por desamor en Santiago de Compostela; una pareja de ancianos que ya se lo ha dicho todo, desayuna, come y cena en silencio. Todas estas historias se cruzan a lo largo de un día de ficción en “18 comidas”, una película de emociones servidas en torno a una mesa, un viaje por los sentimientos en la más universal de todas las luchas: la de ser feliz..
A nivel técnico no hay ningún recurso extravagante todo está al servicio de la historia y esto al final se convierte en virtud.
En un tono ligero, la vida fluye por la pantalla. La fiesta de cumpleaños final cierra el círculo.
En un país como el nuestro dónde se nos está intentando desde muchos frentes imponer el estilo europeo de vida, se agradece que alguien intente recordar nuestras costumbres aunque solo sea como hilo conductor de una película coral, dónde las diferentes historias se entremezclen gracias a un pretexto: la comida.
Técnicamente no es una película convencional, las historias de cada comida se van entrelazando una con otra, en un montaje original.
Por otro lado, cada escena fue planificada de un modo muy abierto, en la que a partir de una idea general los actores tenían margen para improvisar los diálogos y las situaciones. De hecho, se habla de que el director tuvo que escoger muy bien los planos, pues había muchísimo material rodado, lo cual acentúa, todavía más, el magnífico montaje. Esta forma de rodar hace que la película transmita mucha verdad, lejos de situaciones impostadas o poco creíbles. Muy destacables son los diálogos, verdaderos, imaginativos, arriesgados, improvisados.
En cuanto a los actores y actrices hay que destacar que es una película en la que no hay protagonistas, a pesar de que algunos actores son de renombre, algo muy de agradecer en este mundo de divos. Dentro de las escenas planteadas hay dos especialmente destacables, las comidas de Pedreño/Tosar con algún momento realmente mágico, transmitiendo una realidad que llega asustar, por la naturalidad, desparpajo y una situación cómico-dramática destacable. La otra es la comida a cuatro Mancheta/Clavijo/Vellido/Bossa en la que un secreto familiar provocará una situación de alta tensión muy bien resulta por los cuatro actores.
Humor y drama, sonrisas y lagrimas, la vida misma alrededor de un mantel en una película original y entrañable.
Y todo ello, se consigue con un guión magistral, con unos diálogos sensacionales.
En conjunto, una delicia, las historias se entrecruzan sin mezclarse, el mensaje llega nítido y claro al espectador en cada historia…, llegando al postre en todas las situaciones sin empacharse entre plato y plato. na vida. Seis historias a lo largo de un único día de ficción.

Si en la pasada edición  'La cinta blanca', del director austriaco Michael Haneke arraso con tres galardones, en esta 36 entrega de Premios del Cine Europeo ha sido “El Escritor “de Roman Polanski la que con seis galardones se ha alzado como vencedora absoluta.
El acuerdo de extradición entre Estonia y Estados Unidos ha sido el gran protagonista de los Premios del Cine Europeo, ya que el cineasta Roman Polanski ha agradecido por videoconferencia tres de los seis galardones para su película "El escritor", en una gala en la que el cine español se ha ido de vacío.
Tras el Oso de Plata recibido en Berlín en febrero y que no pudo recibir por estar bajo arresto domiciliario, el realizador de origen polaco, de 77 años, ha vuelto a recibir el apoyo de la comunidad artística en Tallín por su película "El escritor", protagonizada por Ewan McGregor y Olivia Williams.
Con un juicio pendiente en Los Ángeles desde 1978 que le acusa de abusar sexualmente de Samantha Geimer, quien tenía entonces 13 años, Polanski no se ha arriesgado a repetir la experiencia del año pasado en Suiza, donde fue detenido cuando fue a recibir un homenaje en el Festival de Zurich, y ha agradecido los premios a través de videoconferencia.
Vestido con camiseta y desde una cámara web, Polanski ha agradecido el premio a esta película "con equipo netamente europeo" y ha lamentado "no poder estar en Tallín para recoger estos premios".
Mejor película, mejor director, mejor actor (para el escocés Ewan McGregor, que está rodando en Tailandia con Juan Antonio Bayona "Lo imposible"), mejor guión, mejor dirección artística y mejor banda sonora compusieron el monopolio de Polanski en Estonia.
Así, la Academia del Cine Europeo se ha rendido a un elegante thriller político en el que el realizador reflexiona sobre las cortinas de humo del poder utilizando, como Alfred Hitchcok, la figura del héroe involuntario, que se convierte en "escritor fantasma" de la biografía del primer ministro británico, papel que interpreta McGregor.
Su monopolio en la ceremonia (se llevó seis de los siete premios a los que aspiraba) y la ausencia de todos y cada uno de los premiados por su película, sólo dejó espacio a un premio para la actriz francesa Sylvie Testud, por su extraordinaria creación del espejismo del milagro en "Lourdes", pero ninguno al cine español.

Ni "Celda 211" (nominada al mejor guión y al mejor actor, Luis Tosar), ni "Planet 51" (como mejor película de animación), ni "Io,Don Giovanni" (como mejor dirección artística) lograron premio, aunque más flagrante fue la ausencia de Luis García Berlanga en la lista de grandes pérdidas del cine europeo en el último año.
El cine en castellano, en cambio, subió al escenario gracias al chileno Patricio Guzmán, galardonado al mejor documental por "Nostalgia de la luz", con producción germanofrancesa, y que dedicó "a todas las mujeres que todavía son víctimas de la dictadura de Pinochet".
Pero Juan José Campanella, el otro latinoamericano en liza gracias a "El secreto de sus ojos", que optaba a un único premio pero al más importante, el de mejor película, tampoco escapó al "huracán Polanski".
La única candidatura infructuosa de "El escritor" fue la de mejor montaje, que recayó en la cinta francesa "Carlos", de Olivier Assayas, y el palmarés se completó con el premio Carlo di Palma a la mejor fotografía para la otra favorita, "Lebanon", de Samuel Maoz, que también se hizo con el premio FIPRESCI de la prensa internacional.
La mejor película de animación fue la producción franco-británica "The Illusionist", de Sylvain Chomet, y el premio del público (al que también optaba "Ágora", de Alejandro Amenábar) fue para "Las vidas posibles de Mr. Nobody", de Jaco van Dormael.
Finalmente, las estatuillas que no sufrían la tensión de la apertura del sobre fueron los del actor suizo Bruno Ganz, por toda su trayectoria con películas como "El cielo sobre Berlín" o "El hundimiento", y la del músico Gabriel Yared.
El compositor libanés afincado en Francia recibió el premio de manos de la mayor estrella de la noche, Juliette Binoche, a quien "orquestó" en "El paciente inglés", y que dio las escasas gotas de "glamour" contenidas en el Nokio Concert Hall.
Y así se ha cerrado la 23 edición de estos Premios del Cine Europeo, que nacieron en 1988 y que celebrarán en 2012 su 25 edición (la próxima será en Berlín, ciudad a la que vuelve en los años impares) en Malta, ha anunciado el presidente de la Academia del Cine Europeo, Wim Wenders.
PELÍCULA EUROPEA 2010
The Ghost Writer

DIRECTOR EUROPEO 2010
Roman Polanski por The Ghost Writer

ACTRIZ EUROPEA 2010
Sylvie Testud

DIRECTOR ARTÍSTICO EUROPEO 2010
Albrecht Konrad por The Ghost Writer

por Lourdes
ACTOR EUROPEO 2010
Ewan McGregor por The Ghost Writer

GUINISTA EUROPEO 2010
Robert Harris & Roman Polanski por The Ghost Writer

PREMIO CARLO DI PALMA A LA DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA EUROPEA 2010
Giora Bejach por Lebanon

EDITOR EUROPEO 2010
Luc Barnier & Marion Monnier por Carlos



En nuestra banda sonora por números, el número  4 es para Cuatro bodas y un funeral.
En esta película, dirigida por Mike Newell  en 1994 (director que posteriormente ha dirigido   “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”), Hugh Grant interpreta a Charles, un soltero inglés sin compromiso. Charles y su grupo de amigos, todos ellos solteros, han llegado a una edad en la que sus conocidos van contrayendo matrimonio. En una de las ceremonias a la que todos han sido invitados, Charles conoce a Carrie, (Andie MacDowell) una joven de la que se enamora inmediatamente, pero tras pasar la noche juntos, la pareja no vuelve a verse porque Carrie tiene que regresar a Estados Unidos. Tendrán que esperar a la siguiente boda que Charles espera con impaciencia pero queda terriblemente decepcionado cuando Carrie se presenta con su prometido.
La siguiente boda es la de Carrie, en un castillo en Escocia, a la que por supuesto Charles y todos sus amigos son invitados. Éste ve con desesperación cómo la mujer a la que ama se casa con otro, y todo empeora cuando Gareth, el amante de su mejor amigo Matthew, muere de un ataque al corazón durante la celebración. Tras el funeral Charles reflexiona sobre lo equivocado que estaba, que siempre había creído que él y sus amigos formaban un grupo de solteros, pero que Gareth y Matthew en realidad eran un matrimonio que habían encontrado el verdadero amor, y cree que algunos como él nunca lo lograrán.
Resignado Charles decide casarse con su ex novia Henrietta, a la que sus amigos llaman cara de pato, pero momentos antes de la boda aparece Carrie y le dice que se ha divorciado. Esto trastorna notablemente a Charles, cuando el cura pregunta alguien conoce alguna razón por la que no deba celebrarse el matrimonio, David, el hermano sordo de Charles, dice que éste ama a otra mujer y Charles lo confirma, lo que provoca la sorpresa de todos y la cólera de la novia. Carrie se presenta en casa de Charles para disculparse por haber provocado el escándalo y éste por fin se decide a preguntarle si quiere no casarse con él y vivir juntos y felices para siempre, cosa que Carrie acepta. Y al final todos los amigos encuentran a su media naranja.

Esta cinta británica tuvo un exitazo en todo el mundo. Aunque se quedó con la miel en los labios con dos nominaciones a los Oscars de 1995, Hugh Grant obtuvo su reconocimiento personal al recibir el Globo de Oro y el Bafta Awards de ese mismo año al mejor actor principal de comedia, entre otras nominaciones y galardones.
Aparte de lo bueno que es el reparto (John Hannah, Kistin Scott Thomas  y, Andie MacDowell entre otros), la banda sonora es de lujo. Se trata de una recopilacion de temas de artistas tan emblemáticos como Elton John (’But not for me’, ‘Crocodile Rock’ o ‘Chapel of Love’), Sting (’The Secret Marriage’), Barry White (’You’re the First, My Last, My Everything’), o Gloria Waynor (’I will survive’), entre otros.
Un acierto musical que tuvo como canción emblemática promocional la que lleva por título  Love is  all around un tema de 1.968 compuesto por Reg Presley, y que ha sido versionado por distintos artistas. Para esta ocasión el extinto grupo escocés Wet Wet Wet hizo una versión que enamoró a millones de quinceañeras y veinteañeras de todo el mundo  y que estuvo quince semanas en el número uno de la lista de singles británica. Lástima que desaparecieran.


PROGRAMA 3 de diciembre de 2010


Comentamos hoy la película “Cyrus”.
La ausencia de vida social de John (John C. Reilly) y el hecho de que su ex mujer Jamie (Catherine Keener), se vaya a casar de nuevo, ha marcado su fatal destino de divorciado hasta que, por fin, encuentra a la mujer de sus sueños, la preciosa y apasionada Molly (Marisa Tomei).


La química entre ambos es inmediata, sin embargo, Molly es inexplicablemente reacia a que su relación vaya más allá de sus visitas a la casa de John. Profundamente confuso, John decide seguirla hasta su casa y descubre al otro hombre de la vida de Molly: su hijo Cyrus (Jonah Hill), quién no está dispuesto a compartir a su madre con nadie, especialmente con John.

John y Cyrus se enredan en una pugna de intelectos por la mujer que ambos aman, y, al parecer, al acabar la guerra, sólo puede quedar uno...
Cyrus se podría meter en el saco de lo que se acuñó como "la nueva comedia estadounidense". Contando, precisamente, con uno de sus exponentes: Jonah Hill. Además de un casi siempre excéntrico John C Reilly, al que vimos recientemente en una gris interpretación de vampiro friki en El Circo de los Extraños. Sin olvidarnos de la siempre correcta Marisa Tomei. Se trata de una película difícilmente catalogable pero que "hizo mucho ruido" en sus últimas andanzas festivaleras por nuestro país. Los actores contaron con total libertad a la hora de los diálogos (me gustaría ver una copia del guión que se les repartió). Cyrus es una historia que te sorprende.
Cyrus es una película indie romántica, dos circunstancias que normalmente no atrae mucho a los medios. Por si esto fuera poco, la cinta no tiene un director destacado ni un actor muy conocido, si exceptuamos a Marisa Tomei (la chica de El Luchador).
Si algo destaca por encima de todo en esta película es que nos encontramos con  una historia entretenida, original, con un giro de guión bastante interesante y personajes trabajados que viven situaciones complicadas. Los actores cumplen a la perfección su trabajo, así como los directores de la película, que te conducen narrativamente hasta dónde quieren. Prueba de ello es la escena final, dónde no sabes si la película acabará en un final feliz o trágico.
Esta obra de los hermanos Duplas es una inteligente y observadora comedia dramática en torno al “mentalmente inestable” protagonista, con un complejo de Edipo de órdago, que ve peligrar su cómoda vida al lado de su -en todos los sentidos- admirada madre al iniciar esta una relación con un tipo que conoce en una fiesta (estupendísimo John C. Reilly), quien a su vez estaba al borde de la depresión.

Se inicia entonces una guerra psicológica entre ambos que provoca no pocas situaciones de esas que te hacen reir con ganas y que en un momento dado te congelan la carcajada, al entender que aquello que no están contando es en realidad mucho más chungo y dramático de lo que las cómicas situaciones hacen aparentar.
Cyrus" pertenece a aquel tipo de películas de las cuales te esperas otra cosa. Todo su envoltorio  hace pensar que nos vamos a encontrar con la típica comedia independiente que te va a dar unos cuantos gags algo conseguidos pero de la que no puedes esperar gran cosa más.
La primera escena parece confirmar todas las sospechas, e incluso la escena siguiente reafirma la línea pero hay algo ya en esa fiesta que induce a pensar que la película va a tomar otros felices derroteros.
 Primeramente hay que advertir que "Cyrus" posee una serie de personajes más sólidos que los que acostumbran a pulular por este tipo de producciones. Aquí no se trata de apelar al chiste fácil y amenizarlo todo con cancioncitas de pop de autor. "Cyrus" va mucho más allá y apoyado en la espléndida interpretación de John C. Reilly, que carga con uno de los personajes más íntegros que uno ha tenido el placer de contemplar últimamente, destripa una relación a tres bandas en la cual salen a la superficie todas las miserias amorosas y sentimentales que marcan el devenir del ser humano de nuestra era. Desde los celos hacia la nueva pareja de tu ex, al miedo a la soledad y al daño emocional pasando el sentimiento de pertenencia madre-hijo.
Los hermanos Duplass abordan la historia desde el convencimiento del que sabe lo que quiere contar y cómo lo quiere contar, haciendo un ejercicio de condensación narrativa en un ajustado metraje al que solo le falta algo más de intensidad dramática en algunos momentos y algo más de protagonismo por parte de una Marisa Tomei a la que se la encuentra algo desubicada.
En todo caso una agradable sorpresa de dos directores a tener en cuenta que han sabido tratar al espectador como adulto alejándose de tópicos y de rasgos de género anquilosados, construyendo una historia que empieza como una comedia y acaba adquiriendo trazos mucho más dramáticos, y que culmina en una escena final de mágico sabor agridulce.

En nuestra banda sonora por números el número 3 es para “300”

“300” es el relato de la feroz batalla de Termópilas en la cual el Rey Leónidas (Gerard Butler) y “300”“300” se inspira en el trabajo de Frank Miller, creador de “Sin City”. “300” es una aventura épica sobre pasión, coraje, libertad y sacrificio, representados en los guerreros espartanos, los cuales pelearon una de las más grandes batallas de la historia. La película fue co-escrita y dirigida por Zack Snyder (“Dawn of the Dead”). En ella, el excelente libro de cómics de Miller, cobra vida, combinando filmación con actores y fondos virtuales, creando así una imagen fiel a su visión personal de este histórico relato. espartanos, pelearon a muerte contra Jerjes, y su masivo ejército persa. El valor y el sacrificio de los espartanos al enfrentar la insuperable situación, inspiró a toda Grecia a unirse contra el enemigo persa, delineando así el perfil para la futura democracia. La película
Misteriosos. Feroces. Formidables. La civilización de Esparta era una de las más enigmáticas de la historia. Sus hombres eran guerreros perfectos, adiestrados para nunca batirse en retirada y nunca rendirse. -“Los espartanos son un misterio para todo el mundo”- dice Frank Miller, quien escribió el cómic “300”, en el cual se inspiró la película. “Tal vez sean uno de los pocos pueblos que tenían una cultura guerrera, absolutamente dedicada a pelear. Estos soldados tenían un claro código de honor, y de ahí derivaba la clase heroica sin igual que los identificaba, algo no visto con mucha frecuencia”. A eso el co-escritor Zack Snyder agrega: -“Los espartanos vivían para pelear. Les encantaba”- dice él –“Peleaban como si fueran uno solo. Se unían para formar una falange, en la cual cada hombre se protegía con su escudo, el cual a la vez protegía en parte al hombre de al lado. Ver esta formación es intimidante e increíble, y así debe haberlo sido inclusive para las masas de guerreros persas. Aunque los espartanos se encontraran en condiciones desventajosas y en minoría con respecto a su enemigo, siempre estaban dispuestos a morir por su libertad. Para ellos, esa era una muerte hermosa. Se definían a sí mismos a través del sacrificio y de la libertad”.
La primera vez que Frank Miller escuchó nombrar a los guerreros espartanos, fue cuando niño, al ver la película “The 300 Spartans”. Sobre ello él recuerda: -“Me conmovió y me inspiró a la vez, porque me enseñó que los héroes no necesariamente son las personas que reciben una medalla al final de la historia. Los héroes son la gente que hace lo que está bien, por el hecho de que está bien, aunque el precio de ello sea su vida. A través de los años, siempre quise tener la oportunidad de volver a contar esta historia, porque es la mejor que jamás escuché. Al convertirme en dibujante de cómics, se m Para ilustrar “300”, Miller hizo un resumen de su gran investigación, para la cual viajó hasta el mismísimo rocoso entorno de Termópilas. Con su estilo personal – el cual se vió ya en los legendarios cómics de “Sin City” y “The Dark Knight Returns”, llevó la historia de “300” al papel. Dotó a los personajes con el uniforme espartano - el cual entre uniforme y armas, podía llegar a alcanzar la mitad del peso de un hombre - y lo redujo a sus mínimos componentes y símbolos. Para dar dinamismo a la histórica batalla de las Termópilas, que ocurrió en el año 480 antes de Cristo, utilizó elementos anteriores y posteriores al enfrentamiento entre Jerjes y los Griegos. le dio la oportunidad justa para hacerlo”.
Para ilustrar “300”, Miller hizo un resumen de su gran investigación, para la cual viajó hasta el mismísimo rocoso entorno de Termópilas. Con su estilo personal – el cual se vió ya en los legendarios cómics de “Sin City” y “The Dark Knight Returns”, llevó la historia de “300” al papel. Dotó a los personajes con el uniforme espartano - el cual entre uniforme y armas, podía llegar a alcanzar la mitad del peso de un hombre - y lo redujo a sus mínimos componentes y símbolos. Para dar dinamismo a la histórica batalla de las Termópilas, que ocurrió en el año 480 antes de Cristo, utilizó elementos anteriores y posteriores al enfrentamiento entre Jerjes y los Griegos. 

Decididos ha formar un dúo de esos míticos (como Hitchock y Herrmann, Spielberg y Williams, Burton Y Elfman o Truffauut y Delerue), el director Zack Snyder  ha vuelto a contar con Tyler Bates, que ya compuso la música para su anterior película, y cuyo currículum incluye sobre todo bandas sonoras pertenecientes al género de horror, como  “ Los renegados del diablo” o “See no evil” En total, son 25 los temas que componen 300”, y además de gran variedad, entre la épica de sonido actual y contundente, y el más intimista. Es una de las mejores, y más completas, bandas sonoras de los últimos tiempos. Y como (excelente) muestra, ahí está el tema principal titulado “To victory” 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

PROGRAMA 26 de noviembre de 2010


Hablamos hoy de la Película “Bon Apetit”.
El subtítulo que acompaña al título “Bon appétit” contiene la esencia y premisa de la película: «Historias de amigos que se besan». Daniel (Unax Ugalde) es un joven chef español que ve cumplido su sueño cuando entra a trabajar en el restaurante de Thomas Wackerle en Zurich. Allí conoce a Hugo (Giulio Berruti), un chef italiano del que se hace amigo, y también a Hanna (Nora Tschirner), la sumiller alemana del restaurante. Daniel estrecha los lazos con Hanna hasta que, una noche, ella rebasa la barrera de la amistad y le da un beso, suficiente para que él se enamore de ella y se replantee su relación con su novia en Bilbao. Pero entonces Hanna da un paso atrás, tilda el beso de un error y pronto Daniel averigua que ella es la amante de Thomas (Herbert Knaup), hombre casado y dueño del prestigioso local. Daniel se ve en una encrucijada: luchar por la chica de la que está enamorado o continuar con su exitosa carrera como chef.
Que la cámara se meta en la cocina comienza a ser una costumbre y una señal de que vamos a asistir a un romance a fuego lento. Y es que no hay nada como un espíritu creativo para sorprender y seducir con un detalle, ni como unos buenos fogones para condimentar un amor que necesita la calidez del entorno. Lo habíamos visto en “Chocolat”  y en la misma “Ratatouille” . Ahora, David Pinillos ha querido ofrecernos su particular receta con “Bon appétit”, y emplear los condimentos del éxito profesional, de la amistad y del amor romántico en su elaboración.
A Zurich llega Daniel para trabajar como cocinero en el prestigioso restaurante de Thomas Wackerle, y lo hace con una enorme ambición y la voluntad de innovar en cada plato.
La inicial rivalidad con Hugo, el italiano jefe de cocina, y la atracción que siente por Hanna, la joven sumiller que trabaja para Thomas, están a punto de entorpecer su carrera triunfal… y de provocar el desconcierto en su planificado esquema de prioridades.
Bien cocinada y con una fresca puesta en escena, con momentos para el drama y también para la emoción, “Bon appétit” opta por los ingredientes más convencionales y dulces de la comedia romántica… pero sabe darles el toque salado del cine independiente.
 Delicada y romántica, dulce y amable en el tratamiento de los personajes, contenida en los afectos y nada pasional en los arrebatos, “Bon appétit” es un exquisito plato para degustar y , sin embargo, no deja al paladar totalmente satisfecho.

Su guión intenta transmitir al espectador una sensación placentera y romántica, para dejar un regusto con sabor de amistad que perdurará en su memoria. La historia se mueve entre la búsqueda del amor y el doloroso desencanto, entre la incertidumbre y ambición en los inicios de la vida profesional y el triunfo a cualquier precio. En esas encrucijadas, los tres jóvenes cocineros perderán algo pero podrán también madurar, y saborear la buena receta de la amistad, de la lealtad y, en definitiva, de la relativa —pero posible— felicidad —que nada tiene que ver con Hollywood—.
Sin embargo, la exposición relacional de los personajes no encaja como debiera, principalmente por el exceso de arrebatamiento indie ─búsquedas de pretensión iluminada incluida─ que trata de escudriñar un guión firmado a excesivas manos por el realizador en colaboración con Juan Carlos Rubio y Paco Cabezas.
El pesar que destila la narración marca un lastre excesivo, impulsando la percepción del espectador entre lo aceptable y lo irritante, por mucho que Ugalde ─uno de los más valientes valores del séptimo arte patrio─, Tschirner ─amargada y coqueta a la vez─ y Berruti ─epicúreo y agradabilísimo, con aspecto de expulsado voluntario del clan Cullen─ se vuelquen en dotar a los desorbitados pimpollos a los que dan vida de un abanico de matices inconclusos. Y aunque el relato mantiene una coherencia central tan loable como exigible, el conjunto se percibe fugaz más allá de su gélida lucidez.
Destaca en la cinta, su fotografía. Aitor Mantxola sabe ir de los ambientes fríos del lugar de trabajo a los momentos cálidos de esa pareja de amigos que se besa, medio en broma… medio en serio, de la Suiza más reguladora y anónima al País Vasco vitalista y familiar, mientras que la cámara de tono acelerado que recoge la agitación de la cocina cede cuando los sentimientos y emociones requieren un ritmo más pausado y sosegado. Buenas interpretaciones de Nora Tschirner y sobre todo de Unax Ugalde, que transmite con convicción tanto su afán por convertirse en un gran chef como su inclinación afectiva o su sentido de la amistad. La guinda al pastel la pone una banda sonora y unas canciones pegadizas, en sintonía con el tono desenfadado y fresco de la cinta.
El debut de David Pinillos tras las cámaras propone un amor entre fogones que se desarrolla con excesivo entumecimiento, distanciando al espectador de lo que ocurre en pantalla. Pero con todo, y con eso,  y saludablemente, se aleja de lo habitual.
 
Como prometimos, y antes de volver al abecedario revisaremos en Mas cine por favor 10 BSO´S del 1 al 0. Hoy con el numero dos por delante 21 gramos,del director mexicano Alejandro Gonzalez Iñarritu, y guión de Guillermo Arriaga Jordán. De la música de la bso  se hizo cargo Gustavo Santaolalla; y en su reparto brillan los cuatro primeros interpretes : Sean Penn, Benicio Del Toro, Naomi Watts, y Charlotte Gainsbourg, completándolo  entre otros Melissa Leo, Danny Huston, Cles Du Vall, Chance Romero, y Marc Musso.

Obtuvo en  el año 2003:

 2 Nominaciones al Oscar: Mejor actriz (Naomi Watts), mejor actor secundario (Benicio Del Toro).

5 nominaciones BAFTA, incluyendo mejor montaje, actriz, actor de reparto
Venecia: Premio del Público
Nominada al César: Mejor película extranjera
National Board of Review: Mejor actor (Sean Penn)

La sipnosis de este drama nos cuenta la historia de esperanza y humanidad, de elasticidad y supervivencia, que explora las fuertes sensaciones emocionales y físicas de tres personajes.
Paul (Sean Penn), Gato (Benicio Del Toro), y Cristina (Naomi Watts) unidos por un accidente inesperado que hace que sus vidas y destinos se crucen, en una historia que los lleva al amor y la venganza. El  drama comienza  cuando el profesor universitario Paul Rivers y su esposa Mary ven cómo su relación se balancea entre la vida y la muerte. El está mortalmente enfermo y espera un transplante de corazón, mientras que ella quiere concebir un hijo suyo por medio de la inseminación artificial. Olvidado su turbulento pasado, Christina Peck tiene una vida familiar llena de esperanza y alegría: tiene a su hermana Claudia, a su marido Michael y a sus dos hijitas. De extracción social mucho más modesta, el ex convicto y ahora firme creyente Jack Jordan y su mujer Marianne luchan por sacar adelante a sus dos hijos.
Un trágico accidente hace que las vidas de estas tres parejas entren en una misma órbita y obliga a Paul a afrontar su mortalidad, pone a prueba la fe de Jack, y hace que Cristina se mueva para arreglar su presente y quizá su futuro. El equilibrio espiritual de cada uno de ellos puede resultar muy costoso para los demás. Pero ninguno de ellos pierde la voluntad de vivir y el instinto de apoyarse en otra persona.

La historia es muy dura, a veces demasiado y no hace concesiones sensibleras al espectador. Presenta situaciones tensas e intensas y gracias a las memorables interpretaciones todo eso se transmite por arte de magia de la pantalla al espectador.
Los tres personajes principales viven vidas paralelas sin ninguna conexión, pero esta se producirá por culpa de un triste accidente. Penn, a la espera de un corazón que le llega cuando ya no tiene esperanzas, WattsDel Toro, un expresidiario buscando cambiar de vida forman las tres bases de una trama que desembocará de una forma imprevisible. 21 gramos hace referencia al peso que perdemos cuando morimos, el peso llevado por los que sobrevivan.) viuda y madre no precisamente ejemplar y
El mexicano Alejandro González Iñárritu, que nos sorprendió hace unos años conAmores Perros , una película que marca el mismo estilo que sigue aquí, de velocidad vertiginosa, movimientos de cámara frecuentes y fotografía sucia que aumenta la sensación de ahogo que transmite el film. Curiosamente al igual que en su anterior trabajo aquí comienza el relato con un accidente, de diferentes motivos y consecuencias pero que desencadena la trama. También los saltos temporales están presentes desconcertando a veces pero acentuando la confusión y obligando a prestar mucha más atención, lo que aumenta la identificación con los personajes.
Últimamente nos estamos acostumbrando a que gentes venidas de otros mundos musicales, entren (a menudo con buen pie) en el campo de la música de cine. Tenemos a Jon Brion y sus colaboraciones con P.T Anderson, tenemos a Air y Kevin Shields con Sofia Coppola... hace unos años encontramos a Neil Young y Tom Waits en sendos films con Jim Jarmusch... A veces las voces musicales de estos compositores intentan adaptarse al lenguaje del cine (Jon Brion y Magnolia) Y otras veces el cine parece intentar adaptarse a su lenguaje (Dead Man y Neil Young sin ir más lejos).
El caso de 21 grams y Gustavo Santaolalla es desconcertante, porque no da la impresión de ser ni una cosa ni otra. Este buen hombre natural de Argentina, es un productor musical de reconocido prestigio a ambos lados del charco, cuya mano ha estado dentro de la mayoría de proyectos de peso del rock en castellano de los últimos 20 años.
Presidente del sello Surco Records y poseedor de cuatro Grammys Latinos, se marcó un tanto al asociarse con el uruguayo Juan Campodónico y presentar en sociedad el proyecto Bajo Fondo Tango Club; un bombazo que casaba los sonidos tradicionales del tango y la milonga con los ritmos actuales del drum’n’bass y el trip hop, en una propuesta que le valió el último de sus Grammys junto a Campodónico al mejor disco instrumental.
Si es cierto que, como afirma el film, cuando uno muere su cuerpo pesa 21 gramos menos gracias a que el alma abandona el físico, entonces el disco de Santaolalla debe pesar 21 gramos menos que el resto de discos del mercado, porque la música que se nos presenta a lo largo de 16 cortes, está más que muerta y no tiene ni punto de comparación con sus otros trabajos extra cinematográficos. El primer corte “Do we lose 21 grams?” me recordó a Neil Young en Dead Man, pero al contrario que en la película de Jarmusch, donde los solos de guitarra tenían una progresión y un papel importante en la historia, aquí es s Incluso en el tema “Can we mix the unmixable? (remix)”, la etiqueta “remix” hace pensar que la música va a levantar el vuelo, pero ni por esas. Todo el disco está construido en base a una telaraña sonora para dar la impresión de que la historia del film es profunda, densa y filosófica. Vamos; para tirar para atrás a la mayoría del público.
El tema más bonito del disco es el último: “When our wings are cut, can we still fly?”, interpretado por un casi inaudible Kronos Quartet simplemente ruido ambiental. Para elevar el nivel “filosófico” del disco, los títulos de los temas que corresponden al score son todos  preguntas.
Con estas premisas he elegido uno de los 4 temas de la bso que no están interpretados por Santaolalla .1 el de Kronos Quarter, 2 Cut Chemist Suite interpretado por  Ozomatli, 3 Shake Rattle And Roll al que  Benicio del Toro no logra dar credibilidad y el desenfadado Low Rider de  WAR que sera la que vamos a escuchar.