"Uncle Boonme recuerda sus vidas pasadas" es la película que recibió la Palma de Oro en Cannes. Firmada por el tailandés Apichatpong Weerasethakul y producida por el español Luis Miñarro, la cinta aborda cómo un hombre que sufre insuficiencia renal decide morir entre los suyos en el campo. Durante su retiro se le aparecerán los fantasmas de su mujer y de su hijo, con quienes atravesará la jungla hasta llegar a una cueva en la cima de una colina, que es el lugar de nacimiento de su primera vida. El argumento de la cinta, aunque complejo para el espectador, destaca por su originalidad. Por otra parte, aúna también lo que supone el sentimiento de culpa para el ser humano con el tratamiento de los problemas sociopolíticos de la sociedad tailandesa.
Antes que nada, que quede claro que “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” es una de las (si no la más) extrañas películas que jamás he visto. La reacción que encuentro en los usuarios de internet es una que nunca había visto. La película ha recibido prácticamente la misma cantidad de 1s que de 10s. Y es que “Uncle Boonmee…” del impronunciable director tailandés Apichatpong Weerasethakul es, ante todo, una película difícil.
La ganadora este año de la Palme d’Or, el premio mayor en el festival de cine de Cannes, uno de los más prestigiosos del mundo, es, como la define Weerasethakul (a quienes los medios han bautizado, por economía de lenguaje, como “Joe”), una muestra de “open cinema”, cine abierto a todo tipo de interpretaciones, con ideas difusas y con una marea de símbolos y sucesos de la que el espectador puede sacar los elementos que considere relevantes para construir sus propios significados acerca del largometraje.
Yo vi en “Uncle Boonmee…” tres temas íntimamente ligados: la pérdida de la sacralidad que rodea las tradiciones tailandesas, una transformación en la relación con la naturaleza tan característica de quienes creen en la transmigración del alma y una desvalorización de lo propio en una sociedad que se está occidentalizando cada día más.
"Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas".
Sí, son seis. El título de la película no engaña. El tío Boonmee, a punto de morir -pero no de dejar este mundo- recuerda sus vidas pasadas. En virtud de la transmigración de las almas, la suya se ha corporeizado en distintas criaturas y ha vivido distintas épocas. De la misma manera, el alma de sus seres queridos también ha viajado por distintos planos hasta ir a parar a un mono (su hijo) y un espíritu (su mujer).
Esta especie de fragmentación otorga al relato su carácter episódico con el que la idea es transmitir la existencia no sólo de distintas vidas consecutivas, sino de distintas realidades paralelas en nuestra vida presente. De nuevo, la aparición del fantasma, o ese desdoblamiento de los personajes en determinado punto de la película juegan a este juego.
Es una película extraña, no sabría cómo calificarla exactamente. Eso sí, tengo claro que no se encuentra entre mis favoritas.
Jonás Trueba debuta en la dirección de largometrajes con una agridulce comedia romántica.
Todas las canciones hablan de mí" es una comedia romántica, pero sin "chico conoce a chica". La premisa sería más bien "chico trata de olvidar a chica", algo bastante más difícil de sobrellevar, sobre todo cuando la chica de la que te acabas de separar es la protagonista de cada uno de tus recuerdos y empiezas a pensar que todas las canciones hablan de ti.
Comedia agridulce, pretendido retrato generacional, romance estrábico lastrado por el peso de la rutina, la propuesta del realizador novel apunta en una dirección considerablemente más interesante en su arranque que en su desarrollo, extenso y progresivamente tendente al abandono de temáticas tan sugerentes como fácilmente reconocibles. Desde su mismo título, que hace referencia a cómo nuestros estados de ánimo más universales ─esas felicidades y tristezas derivadas del amor hacia nuestras parejas y allegados─ se adaptan a los referentes culturales más inmediatos, pasando por el estancamiento emocional provocado por el automatismo de la convivencia ─Ramiro y Andrea no tienen problemas evidentes, simplemente ceden, en sentido literal─, o el tantas veces inevitable hecho de vivir el presente a base de recuerdos pasados, la película arriesga considerablemente en tono y apuesta formal, sin tener muy claras las consecuencias de sus presupuestos estilísticos
Hablemos de los personajes:
Ramiro
Como eje de la narración ─a caballo entre la primera persona y la voz en off en tercera─ tenemos a Oriol Vila que interpreta a un personaje voluntariamente ambiguo, volátil, difícil de encajar .
Lo que sucede en la película es que a Oriol le pesa mucho Ramiro Lastra. Le pesa el nombre y le pesan algunos jerséis que le pusimos, los jerséis que Ramiro se dejó en un cajón de la casa de sus padres y que recupera tras su ruptura con Andrea, pero también le pesa la bolsa de cuero que lleva siempre colgada del hombro. Le pesan los libros que traslada y manipula cada día en la librería donde trabaja, pero también le pesan las cosas que no hizo y las cosas que no dijo.
Andrea
Andrea es por supuesto Bárbara Lennie pero también es un personaje en off y al mismo tiempo la verdadera protagonista, pues toda la película no es más que un intento de diálogo con ella. De profesión arquitecta, gusta verla explicando la belleza de un edificio en el que no habíamos reparado antes. También nos gusta verla en contraste con Ramiro, siendo ella mucho más entusiasta, pero también más contradictoria y cambiante, en movimiento. Quizá por eso le escribía cartas a Ramiro, para tratar de desanudar los nudos que se le hacían por dentro.
Lo que sucede en la película es que a Oriol le pesa mucho Ramiro Lastra. Le pesa el nombre y le pesan algunos jerséis que le pusimos, los jerséis que Ramiro se dejó en un cajón de la casa de sus padres y que recupera tras su ruptura con Andrea, pero también le pesa la bolsa de cuero que lleva siempre colgada del hombro. Le pesan los libros que traslada y manipula cada día en la librería donde trabaja, pero también le pesan las cosas que no hizo y las cosas que no dijo.
Andrea
Andrea es por supuesto Bárbara Lennie pero también es un personaje en off y al mismo tiempo la verdadera protagonista, pues toda la película no es más que un intento de diálogo con ella. De profesión arquitecta, gusta verla explicando la belleza de un edificio en el que no habíamos reparado antes. También nos gusta verla en contraste con Ramiro, siendo ella mucho más entusiasta, pero también más contradictoria y cambiante, en movimiento. Quizá por eso le escribía cartas a Ramiro, para tratar de desanudar los nudos que se le hacían por dentro.
La presentación ultranaturalista de los acontecimientos aporta entereza visual, aunque se desencaja ante una banda sonora un poco apolillada Trueba logra lo que persigue, que no es otra cosa que reflejar un momento en el que todos nos hemos encontrado en algún momento de nuestras vidas.
En definitiva, “Todas las canciones hablan de mí”, resuelve sin trabas lo que pretende contar una historia cotidiana en términos cotidianos a espectadores sin otra pretensión que la de entretenerse en una sala de cine. Un estupendo debut como director de Jonás Trueba, que esperemos sea el prólogo de futuras alegrías.
Blake Edwards, el director de 'Desayuno con diamantes', ha fallecido esta pasada noche a los 88 años Blake Edwards, conocido por ser el creador de la saga de 'La pantera rosa' y el director de 'Desayuno con diamantes', 'Días de vino y rosas', '10, la mujer perfecta',o la inolvidable “El guateque “ protagonizada por Peter Sellers
Rodeado por su mujer Julie Andrews y sus familiares, Blake moría en un hospital de Brentwood (Los Angeles) a consecuencia de las complicaciones de una neumonía.
Era conocido como el maestro de la comedia por títulos como 'El guateque', 'La carrera del siglo' o 'Desayuno con diamantes' que encumbró a Audrey Hepburn, aunque conoció el éxito con la saga 'La pantera rosa' que inició en 1963 y continuó con otras tres secuelas.
Su trabajo fue reconocido en 2004 cuando recibió el Oscar honorífico por su trayectoria y en 1982 cuando estuvo nominado a los Oscar por 'Victor o Victoria' en 1982.
Edwards moría con 88 años y tenía cuatros hijos, dos de ellos con su actual esposa, la actriz Julie Andrews´.
Sirva como homenaje de De viernes a viernes a este gran director el tema que Henri Mancini compuso para La pantera rosa. ¡Hasta siempre maestro!
En nuestra BSO por cifras, y con el numero 5 hemos elegido 55 dias en Pekin de Nicholas Ray.
Nicholas Ray está considerado el director que hace de puente entre el clasicismo y la modernidad en el cine, además de servir de unión entre la manera de entender el cine de los norteamericanos y la de los europeos. Sus mejores películas son En un lugar solitario (1949), Johnny Guitar (1953) y Rebelde sin causa(1955). 55 días en Pekín pudo ser su obra maestra, pero un conflictivo rodaje obligó al productor, Samuel Bronston, a apartarle de la película. Aun así, el resultado es impactante, con escenas espectaculares. Una historia épica narrada con sobriedad, que es uno de los títulos clásicos de Hollywood.
Producida por Samuel Bronston. Protagonizada por Charlton Heston, Ava Gardner, David Niven , Flora Robson, John Ireland, Leo Genn , Harry Andrews, Robert Helppman y Juzo Itami en los papeles principales.
Ambientada durante el Levantamiento de los bóxers, en Pekín, a finales del siglo XIX, la película narra el sitio al que se vieron sometidas, por los bóxers, las embajadas de las potencias extranjeras en 1900.
Junio de 1900. China se halla bajo la ocupación de las potencias occidentales, que se reparten su territorio en zonas de influencia. Los misioneros cristianos predican su religión y destruyen las estatuas de Buda. Esto provoca una revolución nacionalista, la de los Boxers, que quiere la expulsión de todos los extranjeros de China.
Una compañía de Marines de los Estados Unidos, al mando del mayor Matt Lewis (Charlton Heston), llega a Pekín con la misión de evacuar la embajada estadounidense pero el embajador británico, Sir Arthur Robinson (David Niven), decide quedarse y eso hace que todos los demás embajadores se queden también, al saber que una columna de socorro de 2 000 soldados se halla en camino.
El 20 de junio es asesinado el embajador alemán y el mayor Lewis, puesto al mando de las fuerzas militares extranjeras, organiza la defensa del barrio de las legaciones extranjeras con los 500 hombres de que dispone. Cuando el ataque se produce, 6 000 boxer se lanzan al asalto y sólo la disciplina, la profesionalidad y la superioridad armamentística logran rechazar el ataque, comenzando así un cruento asedio.
La emperatriz viuda (Flora Robson) nombra a un nacionalista, el príncipe Tuan (Robert Helpmann), ministro de Asuntos exteriores y decide apoyar la rebelión, ordenando al ejército regular chino, que ataque a la columna de socorro, frenando con esto el avance del almirante británico Seymour.
Mientras, los asediados rechazan un ataque tras otro, ofreciendo una dura resistencia, pero se ven obligados a replegarse cada vez más, presionados por la superioridad numérica de los asaltantes, y porque a las milicias bóxers se les ha unido ahora el ejército regular chino.
Entretanto, el comandante Lewis inicia una relación con la baronesa rusa Natalia Ivanoff (Ava Gardner), una bella mujer viuda de un oficial ruso, repudiada por la sociedad y acosada por su cuñado el barón Sergei Ivanoff (Kurt Kasznar), que ha decidido quedarse para ayudar al doctor Steinfeldt (Paul Lukas) como ayudante.
La situación se torna insostenible, faltan medicinas y alimentos para los heridos. La baronesa Natalia consigue una tregua y sale a conseguir medicinas, pero es atacada a traición y herida de un balazo en un brazo. El mayor Lewis intenta una salida para contactar con la columna de socorro, pero no lo consigue y regresa también herido. La situación se vuelve desesperada. La baronesa Natalia se niega a que le amputen el brazo para evitar la gangrena y muere.
Los defensores se preparan para ofrecer una última resistencia, pero la columna del almirante Seymour logra abrirse paso a través del ejército chino y el 14 de agosto alcanza el barrio de las delegaciones extranjeras, rescatándolas tras 55 días de duro asedio y obligando a la emperatriz a rendirse y plegarse a las exigencias de las potencias extranjeras.
El mayor Lewis abandona Pekín con los soldados que le quedan, y se lleva a la hija del sargento Harry (John Ireland), muerto en la lucha. La llamada Alianza de las 8 naciones terminó por aplastar la rebelión.
Dimitri Tiomkin fue un compositor ruso nacionalizadoestadounidense.
Nació en Ucrania el 10 de mayo de 1894 bajo el dominio de la antigua Rusia zarista, pero se trasladó desde muy niño a San Petersburgo, donde estudió, entre otros, armonía y contrapunto, con Alexander Glazunov, y fue considerado uno de los grandes niños prodigios. Tras la Revolución Rusa se traslada a Berlin, donde sigue su carrera meteórica. Años más tarde se traslada a Nueva York y finalmente tras el crack del 29 a Hollywood.
Si su nombre no resultara conocido, su música y canciones son más conocidas, principalmente en High noon, la canción de Sólo ante el peligro o O.K. Corral de Duelo de titanes.
Durante los años de la Segunda guerra mundial colaboró poniendo música, a una infinidad de documentales bélicos sobre el conflicto.
En uno de los Óscar que consiguió, en el pequeño discurso que sigue a la recogida del premio tuvo unas palabras de agradecimiento a todos sus colaboradores: Mozart, Bach,...
Fue nominado en 15 ocasiones al Óscar, ganándolo 3 veces por Sólo ante el peligro (1952) Escrito en el Cielo (1954) y El viejo y el mar (1958).
Algunos de estos films son verdaderos clásicos e imprescindibles de la historia del cine como:
· 1953 - Alto el fuego (Cease fire)
· 1960 - Sodoma y Gomorra
· 1968 - Catalina la Grande
Dimitri Tiomkin murió en Londres, el, 11 de noviembre de 1979
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