Como esta semana ha habido puente, hemos podido ver un poquito más de cine.
En concreto dos películas: “Planes para Mañana” y “18 comidas”.
"Planes para mañana" transcurre en un único día, apenas 24 horas en las que Inés, Antonia, Marian y Mónica, mujeres con edades y circunstancias muy diferentes, se encuentran en la misma encrucijada: tomar aquí y ahora una decisión que les permitirá cambiar de rumbo: ¿Decidirá Inés seguir adelante con su embarazo en contra de todo y todos? ¿Entenderá Marian que la relación con su marido está acabada y actuará en consecuencia? ¿Qué hará Antonia cuando el verdadero amor de su vida le pida una segunda oportunidad, ahora que es una mujer felizmente casada y con hijos? ¿Qué ocurrirá con la impotencia y el deseo de venganza de Mónica cuando su familia se desmorone?
Esta es la historia de tres mujeres el día en que sus vidas van a cambiar radicalmente. En sus manos tienen la opción de empezar de nuevo. En su corazón, el vértigo de romper con todo aquello que han ido construyendo durante años.
“Planes para mañana” es una obra emocionalmente sincera y eminentemente femenina, narrada con una concisión dramática que pasa por su cámara en mano y su montaje, con excelentes actrices. Prometedor debut de Juana Macías, que decepciona una vez abandonas la sala. Película, eminentemente de guión, no resuelve como se espera.
Parece, más bien, un corto “alargado”. Sobran metros para lo que cuenta.
“Planes para mañana”, ópera prima de la directora Juana Macías, se inscribe de inmediato en los campos semánticos de ese cine que son las historias de historias, esa disposición narrativa mosaica —más que subgénero narrativo— que tantas variantes ha dado, todas deudoras en algún grado de Robert Altman.
Una de las triunfadoras en el pasado Festival de Málaga —Mejor Dirección, Mejor Actriz de Reparto para Aurora Garrido y Mejor Guión Novel—, esta pequeña sorpresa supera la sensación de déjà vu gracias a una concisión dramática que pasa por su cámara en mano y el montaje, aliados con la austeridad de la puesta en escena.
Los dramas en un mismo día de las cuatro mujeres que son cuerpo del filme se ofrecen con aspereza y texturas crudas, tanto en habitaciones de hospital como en vestíbulos o residencias de la tercera edad: todos son testigos y escenarios de la feminidad compleja que profesa Macías, la de la maternidad replanteada, la de la incomprensión, la del derecho a elegir la felicidad o la que se rebela contra el maltrato.
Pese a las evidentes buenas intenciones, son algunos de los momentos de reivindicación igualitarista —todas protagonizadas por maridos o parejas egoístas, iracundos o acosadores— los que más desfavorecen la general sutilidad y la delicadeza con las que está llevado a cabo el conjunto, virtudes demostradas en la escena en que una madre se desnuda emocionalmente ante su hijo o en aquella otra en que una hija aguanta estoica los reproches de su madre. Le falta garra. Es demasiado “correcta”.
Sin llegar a ser insulsa, sí podía haber dado mucho más de sí, sobre todo, si tenemos en cuenta, la carga emocional de las cuatro historias y el pedazo de actrices que componen el reparto de “Planes para Mañana”.
Aderezada en su principio y final con retratos de fotoblog y melodías de indie edulcorado de Anni B. Sweet, esta podría ser la promesa de una alternativa a la Coixet más ensimismada, una obra emocionalmente sincera y eminentemente femenina.
Y, aunque aún lejos del cine que llega a intuirse aquí, Macías casi alcanza la excelencia en la dirección de sus actrices: Carme Elías, Goya Toledo, Ana Labordeta y Aurora Garrido son cuatro rostros del mismo drama contenido, de sinónimas dudas interiores que golpean el equilibrio, la identidad de esas cuatro mujeres en el abismo, que podían haber dado mucho más, pero que, aún así son, junto con el guión la principal baza de la película.
¿Cuántas historias pueden ocurrir durante una comida, en una cena, en un almuerzo...? 24 personajes... 6 historias...
….18 comidas
18 comidas es una película que viaja a través de dieciocho comidas –entre desayunos, comidas y cenas- que nos hacen partícipes de algunos de esos momentos que pueden cambiar u“18 Comidas” es el segundo film del lucense Jorge Coira, que debutó con “El año de la garrapata”. En este nuevo trabajo Coira nos trae un film mucho más interesante. Ha obtenido galardones en varios festivales (Mejor dirección en Taormina y premio especial del jurado y del público en el festival internacional de cine de Ourense).
Para este segundo trabajo, rodado íntegramente en Galicia ha intentado dar una mayor profundidad a la trama que aunque goce de mas historias paralelas y muchos más personajes, intente llegar al corazón del público.
Rodada en Santiago de Compostela, “18 Comidas”, es una película coral (de historias cruzadas) que reflexiona sobre la amistad, el amor, la soledad, el paso del tiempo y la vida en general, utilizando el rito culinario como formato argumental. Como en la mayoría de films de este estilo hay unas historias más conseguidas que otras, lógicamente, pero el músculo central es fuerte y entre el drama y la comedia recorre un día entero. La ciudad se convierte en un personaje más.
“18 Comidas” es una película de actores y en este aspecto todos lucen a gran nivel, en pantalla aparecen la flor y nata de los actores y actrices gallegos, ahí están el gran Luis Tosar , María Vázquez, Pedro Alonso, Ricardo de Barreiro, Nancy Valcárcel, Camila Bosa y Xosé Manuel Oliveira, y además también están la catalana Cristina Brondo, Esperanza Pedreño (la Cañizares de Cámera Café), Victor Clavijo y Sergio Peris Mencheta.
Todo el reparto destila verdad, la narración fluye con ellos.
Del drama a los momentos más cómicos, este largometraje intentará dejar una huella especial, a la que sobre todo aportan un empuje especial los actores.
Un músico callejero se reencuentra el amor de su vida; dos borrachos desayunan cubatas con marisco; un hombre cocina, cocina y cocina para la mujer que nunca llega; dos hombres se quieren, pero se esconden; una cocinera sueña con ser cantante; una joven quiere lo que un hombre no da, mientras un camarero se muere por ella; un macedonio está perdido por desamor en Santiago de Compostela; una pareja de ancianos que ya se lo ha dicho todo, desayuna, come y cena en silencio. Todas estas historias se cruzan a lo largo de un día de ficción en “18 comidas”, una película de emociones servidas en torno a una mesa, un viaje por los sentimientos en la más universal de todas las luchas: la de ser feliz..
A nivel técnico no hay ningún recurso extravagante todo está al servicio de la historia y esto al final se convierte en virtud.
En un tono ligero, la vida fluye por la pantalla. La fiesta de cumpleaños final cierra el círculo.
En un país como el nuestro dónde se nos está intentando desde muchos frentes imponer el estilo europeo de vida, se agradece que alguien intente recordar nuestras costumbres aunque solo sea como hilo conductor de una película coral, dónde las diferentes historias se entremezclen gracias a un pretexto: la comida.
Técnicamente no es una película convencional, las historias de cada comida se van entrelazando una con otra, en un montaje original.
Por otro lado, cada escena fue planificada de un modo muy abierto, en la que a partir de una idea general los actores tenían margen para improvisar los diálogos y las situaciones. De hecho, se habla de que el director tuvo que escoger muy bien los planos, pues había muchísimo material rodado, lo cual acentúa, todavía más, el magnífico montaje. Esta forma de rodar hace que la película transmita mucha verdad, lejos de situaciones impostadas o poco creíbles. Muy destacables son los diálogos, verdaderos, imaginativos, arriesgados, improvisados.
En cuanto a los actores y actrices hay que destacar que es una película en la que no hay protagonistas, a pesar de que algunos actores son de renombre, algo muy de agradecer en este mundo de divos. Dentro de las escenas planteadas hay dos especialmente destacables, las comidas de Pedreño/Tosar con algún momento realmente mágico, transmitiendo una realidad que llega asustar, por la naturalidad, desparpajo y una situación cómico-dramática destacable. La otra es la comida a cuatro Mancheta/Clavijo/Vellido/Bossa en la que un secreto familiar provocará una situación de alta tensión muy bien resulta por los cuatro actores.
Humor y drama, sonrisas y lagrimas, la vida misma alrededor de un mantel en una película original y entrañable.
En cuanto a los actores y actrices hay que destacar que es una película en la que no hay protagonistas, a pesar de que algunos actores son de renombre, algo muy de agradecer en este mundo de divos. Dentro de las escenas planteadas hay dos especialmente destacables, las comidas de Pedreño/Tosar con algún momento realmente mágico, transmitiendo una realidad que llega asustar, por la naturalidad, desparpajo y una situación cómico-dramática destacable. La otra es la comida a cuatro Mancheta/Clavijo/Vellido/Bossa en la que un secreto familiar provocará una situación de alta tensión muy bien resulta por los cuatro actores.
Humor y drama, sonrisas y lagrimas, la vida misma alrededor de un mantel en una película original y entrañable.
Y todo ello, se consigue con un guión magistral, con unos diálogos sensacionales.
En conjunto, una delicia, las historias se entrecruzan sin mezclarse, el mensaje llega nítido y claro al espectador en cada historia…, llegando al postre en todas las situaciones sin empacharse entre plato y plato. na vida. Seis historias a lo largo de un único día de ficción.
Si en la pasada edición 'La cinta blanca', del director austriaco Michael Haneke arraso con tres galardones, en esta 36 entrega de Premios del Cine Europeo ha sido “El Escritor “de Roman Polanski la que con seis galardones se ha alzado como vencedora absoluta.
El acuerdo de extradición entre Estonia y Estados Unidos ha sido el gran protagonista de los Premios del Cine Europeo, ya que el cineasta Roman Polanski ha agradecido por videoconferencia tres de los seis galardones para su película "El escritor", en una gala en la que el cine español se ha ido de vacío.
Tras el Oso de Plata recibido en Berlín en febrero y que no pudo recibir por estar bajo arresto domiciliario, el realizador de origen polaco, de 77 años, ha vuelto a recibir el apoyo de la comunidad artística en Tallín por su película "El escritor", protagonizada por Ewan McGregor y Olivia Williams.
Con un juicio pendiente en Los Ángeles desde 1978 que le acusa de abusar sexualmente de Samantha Geimer, quien tenía entonces 13 años, Polanski no se ha arriesgado a repetir la experiencia del año pasado en Suiza, donde fue detenido cuando fue a recibir un homenaje en el Festival de Zurich, y ha agradecido los premios a través de videoconferencia.
Vestido con camiseta y desde una cámara web, Polanski ha agradecido el premio a esta película "con equipo netamente europeo" y ha lamentado "no poder estar en Tallín para recoger estos premios".
Mejor película, mejor director, mejor actor (para el escocés Ewan McGregor, que está rodando en Tailandia con Juan Antonio Bayona "Lo imposible"), mejor guión, mejor dirección artística y mejor banda sonora compusieron el monopolio de Polanski en Estonia.
Así, la Academia del Cine Europeo se ha rendido a un elegante thriller político en el que el realizador reflexiona sobre las cortinas de humo del poder utilizando, como Alfred Hitchcok, la figura del héroe involuntario, que se convierte en "escritor fantasma" de la biografía del primer ministro británico, papel que interpreta McGregor.
Su monopolio en la ceremonia (se llevó seis de los siete premios a los que aspiraba) y la ausencia de todos y cada uno de los premiados por su película, sólo dejó espacio a un premio para la actriz francesa Sylvie Testud, por su extraordinaria creación del espejismo del milagro en "Lourdes", pero ninguno al cine español.
Ni "Celda 211" (nominada al mejor guión y al mejor actor, Luis Tosar), ni "Planet 51" (como mejor película de animación), ni "Io,Don Giovanni" (como mejor dirección artística) lograron premio, aunque más flagrante fue la ausencia de Luis García Berlanga en la lista de grandes pérdidas del cine europeo en el último año.
El cine en castellano, en cambio, subió al escenario gracias al chileno Patricio Guzmán, galardonado al mejor documental por "Nostalgia de la luz", con producción germanofrancesa, y que dedicó "a todas las mujeres que todavía son víctimas de la dictadura de Pinochet".
Pero Juan José Campanella, el otro latinoamericano en liza gracias a "El secreto de sus ojos", que optaba a un único premio pero al más importante, el de mejor película, tampoco escapó al "huracán Polanski".
La única candidatura infructuosa de "El escritor" fue la de mejor montaje, que recayó en la cinta francesa "Carlos", de Olivier Assayas, y el palmarés se completó con el premio Carlo di Palma a la mejor fotografía para la otra favorita, "Lebanon", de Samuel Maoz, que también se hizo con el premio FIPRESCI de la prensa internacional.
La mejor película de animación fue la producción franco-británica "The Illusionist", de Sylvain Chomet, y el premio del público (al que también optaba "Ágora", de Alejandro Amenábar) fue para "Las vidas posibles de Mr. Nobody", de Jaco van Dormael.
Finalmente, las estatuillas que no sufrían la tensión de la apertura del sobre fueron los del actor suizo Bruno Ganz, por toda su trayectoria con películas como "El cielo sobre Berlín" o "El hundimiento", y la del músico Gabriel Yared.
El compositor libanés afincado en Francia recibió el premio de manos de la mayor estrella de la noche, Juliette Binoche, a quien "orquestó" en "El paciente inglés", y que dio las escasas gotas de "glamour" contenidas en el Nokio Concert Hall.
Y así se ha cerrado la 23 edición de estos Premios del Cine Europeo, que nacieron en 1988 y que celebrarán en 2012 su 25 edición (la próxima será en Berlín, ciudad a la que vuelve en los años impares) en Malta, ha anunciado el presidente de la Academia del Cine Europeo, Wim Wenders.
PELÍCULA EUROPEA 2010The Ghost Writer
DIRECTOR EUROPEO 2010
Roman Polanski por The Ghost Writer
ACTRIZ EUROPEA 2010
Sylvie Testud
DIRECTOR ARTÍSTICO EUROPEO 2010
Albrecht Konrad por The Ghost Writer
por Lourdes
ACTOR EUROPEO 2010
Ewan McGregor por The Ghost Writer
GUINISTA EUROPEO 2010
Robert Harris & Roman Polanski por The Ghost Writer
PREMIO CARLO DI PALMA A LA DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA EUROPEA 2010
Giora Bejach por Lebanon
EDITOR EUROPEO 2010
Luc Barnier & Marion Monnier por Carlos
En nuestra banda sonora por números, el número 4 es para Cuatro bodas y un funeral.
En esta película, dirigida por Mike Newell en 1994 (director que posteriormente ha dirigido “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”), Hugh Grant interpreta a Charles, un soltero inglés sin compromiso. Charles y su grupo de amigos, todos ellos solteros, han llegado a una edad en la que sus conocidos van contrayendo matrimonio. En una de las ceremonias a la que todos han sido invitados, Charles conoce a Carrie, (Andie MacDowell) una joven de la que se enamora inmediatamente, pero tras pasar la noche juntos, la pareja no vuelve a verse porque Carrie tiene que regresar a Estados Unidos. Tendrán que esperar a la siguiente boda que Charles espera con impaciencia pero queda terriblemente decepcionado cuando Carrie se presenta con su prometido.
La siguiente boda es la de Carrie, en un castillo en Escocia, a la que por supuesto Charles y todos sus amigos son invitados. Éste ve con desesperación cómo la mujer a la que ama se casa con otro, y todo empeora cuando Gareth, el amante de su mejor amigo Matthew, muere de un ataque al corazón durante la celebración. Tras el funeral Charles reflexiona sobre lo equivocado que estaba, que siempre había creído que él y sus amigos formaban un grupo de solteros, pero que Gareth y Matthew en realidad eran un matrimonio que habían encontrado el verdadero amor, y cree que algunos como él nunca lo lograrán.
Resignado Charles decide casarse con su ex novia Henrietta, a la que sus amigos llaman cara de pato, pero momentos antes de la boda aparece Carrie y le dice que se ha divorciado. Esto trastorna notablemente a Charles, cuando el cura pregunta alguien conoce alguna razón por la que no deba celebrarse el matrimonio, David, el hermano sordo de Charles, dice que éste ama a otra mujer y Charles lo confirma, lo que provoca la sorpresa de todos y la cólera de la novia. Carrie se presenta en casa de Charles para disculparse por haber provocado el escándalo y éste por fin se decide a preguntarle si quiere no casarse con él y vivir juntos y felices para siempre, cosa que Carrie acepta. Y al final todos los amigos encuentran a su media naranja.
Esta cinta británica tuvo un exitazo en todo el mundo. Aunque se quedó con la miel en los labios con dos nominaciones a los Oscars de 1995, Hugh Grant obtuvo su reconocimiento personal al recibir el Globo de Oro y el Bafta Awards de ese mismo año al mejor actor principal de comedia, entre otras nominaciones y galardones.
Aparte de lo bueno que es el reparto (John Hannah, Kistin Scott Thomas y, Andie MacDowell entre otros), la banda sonora es de lujo. Se trata de una recopilacion de temas de artistas tan emblemáticos como Elton John (’But not for me’, ‘Crocodile Rock’ o ‘Chapel of Love’), Sting (’The Secret Marriage’), Barry White (’You’re the First, My Last, My Everything’), o Gloria Waynor (’I will survive’), entre otros.
Un acierto musical que tuvo como canción emblemática promocional la que lleva por título Love is all around un tema de 1.968 compuesto por Reg Presley, y que ha sido versionado por distintos artistas. Para esta ocasión el extinto grupo escocés Wet Wet Wet hizo una versión que enamoró a millones de quinceañeras y veinteañeras de todo el mundo y que estuvo quince semanas en el número uno de la lista de singles británica. Lástima que desaparecieran.
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